David Murray |
«Hay que centrarse más en la creación
que en repetir patrones de otros músicos»
que en repetir patrones de otros músicos»
EL INTÉRPRETE NORTEAMERICANO CIERRA EN EL TEATRO PRINCIPAL
DE SANTIAGO EL CICLO DE JAZZ DE LA FUNDACIÓN BARRIÉ
DE SANTIAGO EL CICLO DE JAZZ DE LA FUNDACIÓN BARRIÉ
David Murray (Oakland, California, 1955) cierra esta tarde en el Teatro Principal de Santiago (20.30 horas) el Ciclo de Jazz de la Fundación Barrié. Este brillante saxofonista frecuenta los escenarios internacionales desde mediados de los setenta y se ha ganado un hueco entre los herederos de los grandes solistas del saxo. Murray llega acompañado de su cuarteto, que completan Steve Colson, piano; Jaribu Shahid, contrabajo, y Chris Beck, batería.
_El saxo tiene muchos y muy buenos intérpretes a lo largo de la historia del jazz, ¿quién fue su gran referencia?
_Coleman Hawkins. Él definió el saxo tenor en términos de fraseo, destreza e invención melódica. Además, sus patrones rítmicos crearon un nuevo acercamiento a un instrumento que entonces era nuevo y carecía de dirección.
_Su carrleera destaca por sus innumerabs grabaciones y facilidad para adaptarse a los distintos lenguajes del jazz. ¿Qué David Murray veremos en Santiago?
_Cuando actúo con mi cuarteto intento representar cada década en la evolución del jazz. Escuchareis canciones de los inicios del jazz, en las décadas de los cuarenta y cincuenta, después algo de los sesenta, después de los setenta y más allá. Intento ayudar al público a comprender la historia de nuestra música mientras escuchan la que nosotros interpretamos.
_Usted propone un discurso arriesgado y comprometido con el desarrollo del género, con colaboraciones con músicos como McCoy Tyner, Pharoah Sanders, Anthony Braxton, o el mismísimo Sun Ra. ¿Está de acuerdo con el rumbo que sigue el jazz en la actualidad?
_A veces me preocupo cuando veo a músicos jóvenes que solo tocan música que no pertenece a su tiempo. Es como si se hubiesen quedado atrapados en un bucle. Creo que todos los músicos a los que se considera innovadores en su época deberían reflejar los acontecimientos y las ramificaciones sociológicas del tiempo que les ha tocado vivir. ¡Deberíamos ser un espejo del progreso del mundo en el universo, expresado a través de nuestra música!
_¿Cree que la formación de futuros intérpretes debe ir más allá que lo meramente musical? ¿En su opinión existe un firme compromiso con la creación?
_Dedico muchos esfuerzos a convencer a mis alumnos para que se concentren en su propia individualidad a través de la música. Les pido a cada uno que escriban sus propias composiciones y luego analizarlas. O escribir arreglos para una big band para ese mismo tema, de modo que aprendan a conocerse a sí mismos a través de su propia música. Se trata de poner el foco más en la creación que en repetir patrones y los solos de otras personas.
_En uno de sus últimos trabajos, Murray Cuban Ensemble Plays Nat King Cole en Español, se atreve con la música latina, ¿cómo surgió la idea de este álbum?
_Mi coproductora en este proyecto, Valerie Malot, me pidió que lo organizase. Ella buscaba sus raíces hispanas y se sentía obligada a crear un proyecto centrado en un conjunto cubano con una orquesta de cuerda que trajese recuerdos de los dos discos hispanos de Mister Cole. Mi misión era la de dotar a este conjunto de un sonido contemporáneo y trasladarlo a un escenario.
_Ve diferencias entre la escena jazzística americana y la europea. ¿Qué destacaría ahora mismo de lo que se está haciendo en ambos lados?
_El jazz es una música que fue creada por los hijos de los esclavos. La música brota de determinadas experiencias de los afroamericanos, experiencias de violencia extrema, deprimentes y difíciles. La música que creamos es producto de esos tiempos. El blues y el gospel son, en buena medida, una parte del jazz, como también lo son la música europea y los ritmos africanos. El jazz europeo es único porque lo que se borra es el blues y el gospel. Los músicos europeos sustituyen esos dos ingredientes con la música folk propia de sus respectivos países o la cultura a la que pertenecen. Esto hace que el jazz afroamericano sea tan diferente del europeo.
Texto: Juan Torreiro
Traducción: Xesús Fraga
Traducción: Xesús Fraga