«En la música libre lo que compones no se puede corregir y eso lo cambia todo»
Sin Red no busca el más difícil todavía. No hay nada circense en su propuesta. Sin Red es un cuarteto de música libre. Sin pactos. Sin Red desnuda en directo el proceso de creación musical. Interpretación en tiempo real. Cova Villegas, voz; Víctor M. Díez, textos y objetos sonoros; Ildefonso Rodríguez, saxos, y la coruñesa Chefa Alonso, en la percusión. Sin Red pasó por A Coruña y presentó su propuesta en el Filloa. Me atrevo y trato de improvisar con Ildefonso Rodríguez.
¶ Cuando dos desconocidos hablan por primera vez suelen recurrir a obviedades para romper el hielo. ¿Cómo rompen el hielo dos improvisadores que tocan juntos por primera vez?
¶ Escuchándose. Cuando se toca con alguien por primera vez hay que saber escuchar y dejar fluir con libertad la música, porque en la música libre la primera que es libre es la música. Creo que para disfrutar de la improvisación hay que escuchar y escucharse, enlazar ideas que solas serían poca cosa, pero cuando se juntan dos o tres el discurso empieza a tomar cuerpo.
¶ En definitiva, hablamos del proceso de creación musical en tiempo real, concepto muy contemporáneo...
¶ La improvisación libre es una música estrictamente contemporánea. Lo que estás componiendo no se puede borrar o corregir, como la música escrita, y eso lo cambia todo.
¶ ¿Cuando hablamos de free jazz hablamos también de improvisación libre, o hay una línea de separación?
¶ En principio habría que distinguir lo que sucede en España de lo que sucede fuera. Aquí en España el jazz llegó con retraso y no hay comparación con la tradición de este género en otros países europeos. En este contexto es muy normal que la gente que haya empezado a trabajar con música improvisada desde el free jazz. En realidad entendemos por improvisación libre cuando el discurso ocupa la totalidad de la pieza, mientras que en el free suele haber una temática, figuras o motivos pactados o escritos dentro del tema. Pero en general, los grandes improvisadores no entienden de fronteras ni separaciones entre estas grandes corrientes.
¶ Escuchándose. Cuando se toca con alguien por primera vez hay que saber escuchar y dejar fluir con libertad la música, porque en la música libre la primera que es libre es la música. Creo que para disfrutar de la improvisación hay que escuchar y escucharse, enlazar ideas que solas serían poca cosa, pero cuando se juntan dos o tres el discurso empieza a tomar cuerpo.
¶ En definitiva, hablamos del proceso de creación musical en tiempo real, concepto muy contemporáneo...
¶ La improvisación libre es una música estrictamente contemporánea. Lo que estás componiendo no se puede borrar o corregir, como la música escrita, y eso lo cambia todo.
¶ ¿Cuando hablamos de free jazz hablamos también de improvisación libre, o hay una línea de separación?
¶ En principio habría que distinguir lo que sucede en España de lo que sucede fuera. Aquí en España el jazz llegó con retraso y no hay comparación con la tradición de este género en otros países europeos. En este contexto es muy normal que la gente que haya empezado a trabajar con música improvisada desde el free jazz. En realidad entendemos por improvisación libre cuando el discurso ocupa la totalidad de la pieza, mientras que en el free suele haber una temática, figuras o motivos pactados o escritos dentro del tema. Pero en general, los grandes improvisadores no entienden de fronteras ni separaciones entre estas grandes corrientes.
¶ ¿Cómo planteáis un espectáculo en el que conviven improvisación y poesía?
¶ En cuanto a la poesía, el poeta Víctor Díaz no improvisa los textos, pero la música sí es totalmente improvisada. Normalmente suele arrancar el grupo y luego entra Víctor con lo que quiera, una palabra, un párrafo, haciendo sonidos con pequeños juguetes... en fin, pero siempre dentro de un ambiente de intimidad, y el resto del grupo decide si lo acompaña o cada uno cuenta su propia historia. Como en cualquier proceso de comunicación. No pactamos absolutamente nada. La idea es invitar al público a un viaje sonoro.
¶ Sobre el público, ¿crees que está educado para descifrar qué sucede en el proceso de creación libre o de alguna forma hay que prepararlo para lo que va escuchar?
¶ Hemos hecho algunos conciertos pedagógicos pero no es lo que nos gusta. Lo que nos gusta es tocar. Pero en este sentido, en mi caso, por ejemplo, doy clases en la escuela municipal de música de León, donde imparto un taller de improvisación y he escrito un libro sobre el tema, Jazz en la boca. La coruñesa Chefa Alonso, toda una autoridad en este tipo de música, es una excelente pedagoga, ha escrito un libro sobre la improvisación, está a punto de publicar otro e imparte talleres por todo el mundo. Los que nos dedicamos a esto queremos enseñar y mostrar lo que hacemos, pero cuando vas a tocar lo que te piden es que toques porque explicar la música siempre es complicado. Normalmente, si no existen prejuicios, el público responde sorprendido porque es algo totalmente distinto y tenemos a nuestro favor el factor sorpresa.
¶ ¿Qué importancia tiene la técnica en la música improvisada?
¶ En mi caso es fundamental. La técnica es absolutamente necesaria para salirse de los típicos recursos del instrumento. Existe una relación vital entre el músico y su instrumento.
¶ ¿Londres y Berlín siguen siendo los grandes laboratorios de improvisación en Europa?
¶ Yo creo que las grandes corrientes de este tipo de música se generan en Inglaterra y Alemania, sin duda. De hecho, nuestro cuarteto estuvo muy vinculado a uno de los padres de la interpretación libre, como fue el gran contrabajista alemán Peter Coval; nuestro mentor.
∭
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