viernes, 18 de mayo de 2012

THE BAD PLUS Ciclo 1906 de Jazz





En los límites del jazz


El pasado domingo echó el cierre en Galicia la quinta edición del Ciclo 1906 de Jazz, una cita que se está convirtiendo en la propuesta más fresca y cercana a los aficionados de las que conozco. Pone a los músicos a la altura de los aficionados. La posibilidad de escuchar respirar el saxo de Mark Turner (Fly) en medio de un inspirado solo... eso es inexplicable...




El excelente trío norteamericano The Bad Plus fue el elegido para poner el punto seguido a esta cita en el Teatro Principal de Santiago. Me gusta este tipo de teatros; pequeños, acogedores y cercanos, el escenario perfecto para disfrutar de propuestas con sonoridad acústica.

El trío de Mineapolis está formado por un nuevo perfil de músicos de jazz que están redifiniendo el trío en un concepto mucho más equilibrado, alejándose del rol de combo con buenos músicos que orbitan alrededor de un líder, responsable de definir la personalidad de la formación. Dave King lo dijo claro: «Lo excitante es que surjan nuevos grupos como factorías de ideas». El batería está convencido de que cuantos más conceptos, más influencias, más estilos y diferentes se propongan, mejor. Por lo tanto, The Bad Plus es el resultado de la suma de sus componentes: Ethan Iverson, Reid Anderson y Dave King.

En esta categoría de grupos con personalidad, por definirlo de alguna manera, podríamos incluir también a tríos cercanos como Sumrrá, Tríez o MBM, así como Fly o el del desaparecido Esbjörn Svensson. Músicos de formación diversa, promiscua. Intérpretes que han consumido todo tipo estilos, influencias y derivaciones musicales hasta que han logrado asimilarlas e incorporarlas a su lenguaje habitual, el jazz. Músicos en constante interacción. Todos aportan temas. Todos tienen algo que decir.

The Bad Plus llegó a Santiago con las cosas muy claras; engrasar el directo de su nuevo disco que se publicará en septiembre. España es la lanzadera de su gira europea. No hubo concesiones a sus temas más conocidos. Reid Anderson fue presentado una por una las piezas del nuevo proyecto, que por lo que pudimos escuchar está dominado por los medios tiempos y estructuras abiertas que cada intérprete maneja a su antojo, supongo que dependiendo de la voluntad creativa de cada uno, derivando en desarrollos intensos, locos o en sutiles fraseos.

Pero todo grupo necesita alguien con la cabeza fría que gestione de forma eficaz el caudal creativo sobre el escenario. En The Bad Plus ese alguien se llama Reid Anderson. El contrabajista es el eje de todo lo que suena a su alrededor. Además de aportar lo suyo, se emplea a fondo en realzar el argumento de sus compañeros; subraya, matiza, adorna, se anticipa y marca con una paciencia infinita. Mientras, el pianista Ethan Iverson se entretiene en líneas abstractas, notas recurrentes y sonido duro y percusivo. Por su parte, Dave King puede comportarse como un auténtico «mazas» y al tiempo desplegar toda una coreografía sonora-visual detrás de la batería, manteniendo un escrupuloso sentido del ritmo.

Al final eché de menos alguna de sus deconstrucciones de clásicos del rock a las que este trío da un nuevo sentido, remarcando así su apuesta musical al límite del jazz. No puedo estar de acuerdo con algunos comentarios que afirman que The Bad Plus es un grupo pop haciendo jazz.

En fin, me gusta The Bad Plus, me gustó el concierto y me gustó el ciclo. Ahora, a otra cosa...


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4 comentarios:

  1. Ola. Que vostede non esté dacordo ca miña opinión, non quere decir que eu poda ter razón. Fai falla un "jazz" máis combativo e menos contemplativo e que tente agradar a gran maioría. Saúdos. Abel

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    1. No fue mi intención cuestionar tu criterio, sobre todo en algo tan intangible como la música. Solo dije que no estaba de acuerdo con «algunos comentarios», de la misma forma que estoy de acuerdo con tu idea de que hace falta un jazz más combativo y menos contemplativo.
      saludos

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    2. Cuestionar é lícito e necesario; sobre gustos, xa hai demasiado escrito. Non foi Miles Davis o que fixo aquelas versións de Cindy Lauper e M. Jackson, pero antes e agora a maioría dos músicos de jazz, ben por imperativo discográfico, radiofónico ou mera supervivencia tamén o fixeron...Qué son os standars, se non?
      Esta música é capaz de facer dunha peza anodina unha maravilla, supoño que por iso me sigue gustando, p.ex. "My favorite things" por J. Coltrane e tantas outras.
      Saúde e gracias pola información que vertes nesta fiestra cibernética.
      Abel

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  2. La capacidad de improvisar está siendo expropiada por una clase política liberal y sinverguenza. Los músic@s desarrollen su maravilloso oficio y hágannos la vida más bella y llevadera.
    !!Podemos vivir sin polític@s, pero no sin música!!
    Erik "El Belga"

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