domingo, 3 de noviembre de 2013

BILLY MARTIN, de Medeski Martin & Wood






«Cuando tocamos en directo, la energía que se crea con el público es única»
El ciclo Jazzatlántica, organizado por la Orquesta Sinfónica de Galicia (OSG), trae por primera vez a A Coruña a Medeski Martin & Wood,  trío imprescindible para entender la evolución del jazz de los últimos 20 años. La cita será el lunes, día 4, en el Rosalía Castro (21 horas). Levantamos el teléfono en A Coruña para charlar con nuestros vecinos de enfrente, los componentes del trío Medeski Martin & Wood, que están en Nueva York. Atiende Billy Martin, el batería. Con él tratamos de desentrañar el carácter de este grupo.






Quiero rectificar lo escrito en el Fugas (@fugasvoz) de esta semana, en el que afirmo que está será la primera vez que la banda neoyorquina visita Galicia; pues no, ya estuvo por aquí. Fue en la edición del 2011 del Festival de Jazz de Pontevedra, y actuó junto al trompetista Randy Brecker y al saxofonista Bill Evans, como bien me apuntó José Antonio Ortiz, coordinador del festival. En fin, como me decía un viejo compañero; «no escribas de memoria...».
 Intentar etiquetar la propuesta de Medeski Martin & Wood es como pretender poner puertas al campo. Corrían los años noventa cuando el trío irrumpe en una inquieta escena neoyorquina, en pleno proceso evolutivo, canalizando sonidos procedentes del groove, el funk, el soul, el rock, la electrónica y el jazz. No estamos pues ante intérpretes próximos al sector más purista del jazz. El jazz forma parte de su puzzle sonoro y hacen de ese eclecticismo su sello particular, que funciona entre otras cosas para captar a nuevas generaciones que se interesen por el jazz y sus voces limítrofes. Su último registro es Free Magic, (Indirecto Records, 2012). En principio queremos saber con qué nos sorprenderán.

¿Qué repertorio sonará en el concierto de A Coruña?
¡No lo sé! Te lo digo en serio. Nunca sabemos exactamente lo que vamos a hacer hasta que llegamos allí donde vamos a actuar. Llevamos tocando juntos 21 años, así que tenemos mucha música común dentro de nosotros. Pero el programa depende de nuestro estado de ánimo. Así conseguimos mantener el repertorio fresco y excitante. Bueno, supongo que será una combinación de toda la música que hemos ido grabando en nuestros álbumes, sobre lo que improvisaremos.
¿Algún material nuevo?
Sí, algo de lo que estamos trabajando caerá también.
¿Quiere decir que entrarán en el estudio próximamente?
Sí. De hecho ya hemos estado grabando con Nels Cline, el guitarrista de Wilco. Espero que salga el disco en primavera. Está grabado en el estudio, pero en directo, con público, bueno, con unas pocas personas como público. Suena realmente bien. También tenemos previsto grabar de nuevo con John Scofield en enero. Así que tenemos mucho material nuevo en el que estamos trabajando.
¿Y cómo sonará? Porque su anterior álbum, «Free Magic», (Indirecto Records, 2012), era una selección de su única gira acústica. ¿Se sienten cómodos en acústico? ¿Es una evolución de su sonido?
Supongo que es una combinación de todo. Hay muchos matices en nuestra música. En ocasiones te planteas la grabación de un disco con una meta concreta, con un sentido específico, como ese acústico en directo. Pero cuando tocamos en Europa solemos combinarlo todo. ¿Por qué no mezclar el piano, lo eléctrico y lo acústico? No es un nuevo derrotero que vayamos a adoptar para nuestro sonido en los próximos años. Haremos acústicos cuando nos apetezca, pero sin limitarnos.
Son un trío que apuesta por el directo. ¿Qué aporta la música en directo que no tenga la grabación?
Se crea una conversación entre los músicos y el público. La energía del momento, eso es único. Además, incluso los temas que hemos grabado antes, cuando los tocamos en directo, adquieren una dimensión distinta. Nunca suenan iguales. Es como cocinar. Según el día te saldrá un plato de un modo u otro, dependiendo de si estás solo o con amigos, del vino que abras... Será una experiencia única, un momento especial compartido con otras personas. Y en los conciertos es así. Y eso no lo encuentras en los discos.
Aún así, poseen más de 20 grabaciones en 21 años de carrera...
Bueno, una cosa no quita la otra. A mí me encanta el estudio también, es simplemente distinto. Jugar con los sonidos... Cualquier cosa que suponga crear, ya sea en directo, grabando, editando los temas, me atrae.



«El jazz no ha dejado de mutar»
El sonido que extrae John Medeski de su órgano Hammond B3 da pistas sobre la propuesta de la banda, que tanto en eléctrico como en acústico (menos) despliegan una capacidad instrumental individual impecable que les ha llevado a colaborar con gente como John Scofield, Marc Ribot o John Zorn, entre otros.

¿Cree que con toda la mezcla de sonidos y estilos musicales que se dio a partir de los 90, con la búsqueda de nuevas sonoridades, puede el jazz perder su identidad?
La verdad es que no lo sé. No soy historiador ni creo que tengamos la perspectiva necesaria para poder juzgarlo por ahora. Lo importante del jazz es que no ha dejado jamás de evolucionar, de crecer y mutar. Eso significa que está vivo. Es bueno que haya un sinfín de maneras de ejecutarlo, que se hablen múltiples lenguajes dentro de un mismo género. ¿Por qué no usarlo todo? Quizás ya no estemos hablando de jazz estrictamente, sino de música, de utilizar de algún modo toda la música del mundo que está a tu disposición para que la reinterpretes como creas conveniente. Eso es lo que nos inspira, coger esos lenguajes, mezclarlos, divertirnos con ellos y encontrar así nuestra propia identidad. Al fin y al cabo, esa es la experiencia del jazz, así es como fue evolucionando a lo largo del tiempo. Todo tiene cabida, desde jazz bailable al jazz experimental. Nosotros lo usamos todo. Mientras que no envejezca y siga creciendo, seguirá gustándonos el jazz.
Esa versatilidad se aprecia en sus colaboraciones con artistas de muy diferentes estilos. Me llamó la atención la relación con la cantante peruana Susana Baca, una referencia de la música folclórica. ¿Cómo surgió?
Fue cosa de Medeski. Creo que a través de Marc Ribot, pero no estoy muy seguro. Deberías preguntarle a él.
El eclecticismo parece que los aleja de la tradición de los grandes tríos de jazz, pero ¿no cree que quizá hayan influido como ellos en las nuevas generaciones?
Es cierto que hay músicos que han crecido escuchando nuestra música, gente que nos escuchaba cuando era realmente joven y que ahora tiene su grupo. Y algunos son músicos con éxito. Sí, después de todo este tiempo, y según nos han reconocido ellos, sé que hay músicos inspirados por lo que hicimos o lo que hacemos. Y no solo por nuestra música, sino también por el espíritu de lo que hacemos, por cómo lo hacemos. Así nos lo han reconocido varios músicos, al menos. 



Agradecimientos a Fernando Molezún () por la colaboración y la traducción

Publicado en el Fugas ()






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