«A pesar de los recortes, el público
respondió perfectamente»
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El pianista y compositor Nani García (A Coruña 1955) posee una amplia trayectoria vinculada al mundo de la música. Este año se subió en marcha al Festival de Jazz de Vigo Imaxinasons como director artístico, tras una polémica destitución de su amigo y compañero Baldo Martínez. Después de una primera edición al frente de la programación, Nani García afirma estar «muy satisfecho» del resultado. Anuncia que el Imaxinasons seguirá fiel a su filosofía aunque «hay que hacerlo crecer» y para ello pone un plazo de dos años para que se empiecen a notar los cambios en el festival.
—Cuál es su valoración de esta séptima edición del Imaxinasons, la primera en la que está al frente de la dirección artística.
—En principio, la valoración es muy positiva, teniendo en cuenta las dificultades, ajenas al mundo del jazz. Estamos contentos a pesar de afrontar una bajada del presupuesto, un 30% menos que el pasado año, reducción del número de días del festival y arrancar excesivamente tarde con la programación, pero tuvimos suerte con la respuesta del público. Un factor que analizaremos ahora detenidamente. En la parte artística hemos creo que hemos abierto nuevos caminos. Yo he pasado toda la semana en Vigo para conocer de cerca el ambiente del festival y ver de primera mano , y me doy cuenta de que hemos acertado en cosas y en otras no tanto, pero no estamos muy descaminados y creo que se pueden ir corrigiendo y perfeccionando, de hecho ya tenemos adelantado muchas de estas cosas para el año que viene y que empezaremos a concretar a partir del otoño.
—Al ser un festival de iniciativa municipal supongo que su futuro próximo le beneficia que no haya habido cambios en la Alcaldía de Vigo (PSOE), ¿es así?
—Bueno, la Alcaldía sigue siendo la misma pero ha cambiado la Concejalía de Cultura, que antes era del BNG y ahora es del PSOE. Pero el gobierno municipal se volcó con el festival en la jornada de apertura con la presencia del alcalde, Abel Caballero, y la concejal de Cultura, Isaura Abelairas, quienes quedaron gratamente sorprendidos por la respuesta del público y la prensa.
—¿Qué destacaría de entre los aspectos positivos del festival?
—Me sorprendió la respuesta del público a la programación del Marco (Museo de Arte Contemporáneo). Es un espacio magnífico para programar cosas más atrevidas, que la respuesta de los aficionados es clara. Otro aspecto positivo es que todos los escenarios están consolidados, incluso en producción. El único que nos dio algunos problemas con el sonido es el de la Plaza de la Constitución, que ya hemos intentado corregir. Este espacio nos interesa mucho porque es el que nos puede dar más contacto con la ciudad de Vigo. La medida nos la dio el concierto del trío del pianista británico Neil Cowley, que a pesar de se una propuesta poco convencional, la respuesta del público fue muy buena.
—Este año, la programación se redujo a una semana, frente a las dos de otras ediciones, ¿cree que es suficiente?
—Acortar los días de programación ha funcionado muy bien, a pesar del recorte del presupuesto. Por lo que el festival será a partir de ahora de una semana; de viernes a sábado, y creo que es suficiente, apostando fuerte en los dos fines de semana y a principios de semana la programación se centrará en propuestas más arriesgadas y de corte más especialista.
—Qué aspectos deben mejorar en su opinión.
—Mi intención es dedicar una parte del presupuesto a apostar por producciones propias, hechas por el festival, una iniciativa que, lógicamente, incidiría en el jazz gallego y nos dé la posibilidad de participar en intercambios. También habría que invertir en la proyectos literarios vinculados al jazz.
—Supongo que no descarta la financiación privada para afrontar estos proyectos.
—No, a estas alturas no se puede descartar nada, aunque la idea es involucrar a distintos organismos y a músicos gallegos y del norte de Portugal para consolidad un área de influencia que pasaría a ser el ámbito natural del festival, con Vigo en el centro irradiando alrededor, desde A Coruña hasta Oporto. En definitiva, invertir en comunicación.
—A finales de pasado año se produjo la polémica destitución de Baldo Martínez como director artístico y poco después se anunció que usted ocuparía su puesto. ¿Ha afectado esta circunstancia a su relación con Baldo, con el que mantiene una larga relación personal y profesional?
—No, para nada. Seguimos hablando y seguimos colaborando. El problema de Baldo no fui yo, fue una decisión política. Yo me subí en marcha al festival y puedo decir que todas las personas implicadas en el Imaxinasons están de acuerdo con la línea marcada por Baldo y en esta nueva etapa los cambios se notarán poco a poco, porque como mínimo es un proyecto a dos años.
—También se extendió el rumor de que estuvo a punto de no celebrarse el festival. ¿Esto es así?
—Sí que existió esa posibilidad, pero no tiene nada que ver con la destitución de Baldo. El motivo fue los problemas de financiación de todos los concellos, que están aplicando recortes en sus propuestas. De hecho ha desaparecido el Are More, así como otros festivales que se celebraban en Vigo. Tengo que decir que el caso del Imaxinasons fue muy positivo porque todo el mundo se puso de acuerdo para sacarlo adelante y eso quiere decir que interesa.
—¿Intentará buscar fórmulas mixtas de programación para atraer a más público, una opción que están utilizando muchos festivales hoy en día?
—El Imaxinasons tiene una identidad muy definida. Está claro que en la programación es donde esta la batalla, sobre todo cuando no se puede tirar de chequera alegremente. Puede pasar que se incluya alguna propuesta polémica pero descartamos un cambio en la identidad del festival, aunque hay que hacerlo creer y cada año será un reto.
—¿Tiene planes para la comunidad de músicos gallegos de jazz?
—Imaxinasons seguirá promocionando los proyectos gallegos, pero lo que hay que intentar es que cualquier participación gallega en el festival tenga que ser extraordinaria. Lo que no podemos hacer es promocionar un proyecto que ya lleva girando por distintos escenarios gallegos durante todo el año y que los aficionados ya conocen. Creo que mi labor es ponerme en contacto con los músicos gallegos y del norte de Portugal para ver la posibilidad de presentar un proyecto nuevo dentro del festival. Lo que no es de recibo es que nos gastemos dinero prestigiando un proyecto y que el proyecto nos desprestigie a nosotros.
fotos FUCO REI
—En principio, la valoración es muy positiva, teniendo en cuenta las dificultades, ajenas al mundo del jazz. Estamos contentos a pesar de afrontar una bajada del presupuesto, un 30% menos que el pasado año, reducción del número de días del festival y arrancar excesivamente tarde con la programación, pero tuvimos suerte con la respuesta del público. Un factor que analizaremos ahora detenidamente. En la parte artística hemos creo que hemos abierto nuevos caminos. Yo he pasado toda la semana en Vigo para conocer de cerca el ambiente del festival y ver de primera mano , y me doy cuenta de que hemos acertado en cosas y en otras no tanto, pero no estamos muy descaminados y creo que se pueden ir corrigiendo y perfeccionando, de hecho ya tenemos adelantado muchas de estas cosas para el año que viene y que empezaremos a concretar a partir del otoño.
—Al ser un festival de iniciativa municipal supongo que su futuro próximo le beneficia que no haya habido cambios en la Alcaldía de Vigo (PSOE), ¿es así?
—Bueno, la Alcaldía sigue siendo la misma pero ha cambiado la Concejalía de Cultura, que antes era del BNG y ahora es del PSOE. Pero el gobierno municipal se volcó con el festival en la jornada de apertura con la presencia del alcalde, Abel Caballero, y la concejal de Cultura, Isaura Abelairas, quienes quedaron gratamente sorprendidos por la respuesta del público y la prensa.
—¿Qué destacaría de entre los aspectos positivos del festival?
—Me sorprendió la respuesta del público a la programación del Marco (Museo de Arte Contemporáneo). Es un espacio magnífico para programar cosas más atrevidas, que la respuesta de los aficionados es clara. Otro aspecto positivo es que todos los escenarios están consolidados, incluso en producción. El único que nos dio algunos problemas con el sonido es el de la Plaza de la Constitución, que ya hemos intentado corregir. Este espacio nos interesa mucho porque es el que nos puede dar más contacto con la ciudad de Vigo. La medida nos la dio el concierto del trío del pianista británico Neil Cowley, que a pesar de se una propuesta poco convencional, la respuesta del público fue muy buena.
—Este año, la programación se redujo a una semana, frente a las dos de otras ediciones, ¿cree que es suficiente?
—Acortar los días de programación ha funcionado muy bien, a pesar del recorte del presupuesto. Por lo que el festival será a partir de ahora de una semana; de viernes a sábado, y creo que es suficiente, apostando fuerte en los dos fines de semana y a principios de semana la programación se centrará en propuestas más arriesgadas y de corte más especialista.
—Qué aspectos deben mejorar en su opinión.
—Mi intención es dedicar una parte del presupuesto a apostar por producciones propias, hechas por el festival, una iniciativa que, lógicamente, incidiría en el jazz gallego y nos dé la posibilidad de participar en intercambios. También habría que invertir en la proyectos literarios vinculados al jazz.
—Supongo que no descarta la financiación privada para afrontar estos proyectos.
—No, a estas alturas no se puede descartar nada, aunque la idea es involucrar a distintos organismos y a músicos gallegos y del norte de Portugal para consolidad un área de influencia que pasaría a ser el ámbito natural del festival, con Vigo en el centro irradiando alrededor, desde A Coruña hasta Oporto. En definitiva, invertir en comunicación.
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«El problema de Baldo no fui yo,
fue una decisión política»
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fue una decisión política»
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—A finales de pasado año se produjo la polémica destitución de Baldo Martínez como director artístico y poco después se anunció que usted ocuparía su puesto. ¿Ha afectado esta circunstancia a su relación con Baldo, con el que mantiene una larga relación personal y profesional?—No, para nada. Seguimos hablando y seguimos colaborando. El problema de Baldo no fui yo, fue una decisión política. Yo me subí en marcha al festival y puedo decir que todas las personas implicadas en el Imaxinasons están de acuerdo con la línea marcada por Baldo y en esta nueva etapa los cambios se notarán poco a poco, porque como mínimo es un proyecto a dos años.
—También se extendió el rumor de que estuvo a punto de no celebrarse el festival. ¿Esto es así?
—Sí que existió esa posibilidad, pero no tiene nada que ver con la destitución de Baldo. El motivo fue los problemas de financiación de todos los concellos, que están aplicando recortes en sus propuestas. De hecho ha desaparecido el Are More, así como otros festivales que se celebraban en Vigo. Tengo que decir que el caso del Imaxinasons fue muy positivo porque todo el mundo se puso de acuerdo para sacarlo adelante y eso quiere decir que interesa.
—¿Intentará buscar fórmulas mixtas de programación para atraer a más público, una opción que están utilizando muchos festivales hoy en día?
—El Imaxinasons tiene una identidad muy definida. Está claro que en la programación es donde esta la batalla, sobre todo cuando no se puede tirar de chequera alegremente. Puede pasar que se incluya alguna propuesta polémica pero descartamos un cambio en la identidad del festival, aunque hay que hacerlo creer y cada año será un reto.
—¿Tiene planes para la comunidad de músicos gallegos de jazz?
—Imaxinasons seguirá promocionando los proyectos gallegos, pero lo que hay que intentar es que cualquier participación gallega en el festival tenga que ser extraordinaria. Lo que no podemos hacer es promocionar un proyecto que ya lleva girando por distintos escenarios gallegos durante todo el año y que los aficionados ya conocen. Creo que mi labor es ponerme en contacto con los músicos gallegos y del norte de Portugal para ver la posibilidad de presentar un proyecto nuevo dentro del festival. Lo que no es de recibo es que nos gastemos dinero prestigiando un proyecto y que el proyecto nos desprestigie a nosotros.
fotos FUCO REI
